El muslo contiene un hueso muy resistente y robusto, llamado fémur. Es el hueso más largo y pesado del cuerpo. Es importante notar que el fémur no está acomodado de manera vertical; si vemos el esqueleto de frente, los fémures forman una “V”, cuyo ángulo es más pronunciado en las mujeres debido a la mayor anchura de la pelvis.

En la parte inferior de la pierna hay dos huesos, la tibia y el peroné. La tibia o hueso de la espinilla está muy cerca de la superficie en casi toda su longitud. La tibia es el segundo hueso más largo del cuerpo humano.

El peroné, un hueso largo y delgado, está localizado al lado de la tibia con la cual está conectado por su parte superior e inferior.

La tibia es tan ancha como la base del fémur. El fémur, la tibia y el peroné tienen forma de prisma triangular. Sin embargo, en la articulación de la rodilla, el fémur y la tibia toman una forma cuadrangular.

El espacio entre el fémur y la tibia está cubierto por la rótula.

El tobillo y el pie están formados por los huesos del tarso y el metatarso; los huesos de los dedos, al igual que los de las manos, se denominan falanges. El tarso está compuesto de 7 huesos y el metatarso de 5. Cada dedo del pie cuenta con 3 falanges, excepto el dedo gordo que sólo posee 2.

Las longitudes de los dedos pueden variar dependiendo de la persona. Los pies se clasifican en tres tipos según las longitudes de los dedos:

- Pie egipcio (visible en las estatuas de los faraones): El dedo gordo del pie es el más largo y el resto de los dedos van decreciendo en orden. Es el tipo de pie más común; el 74% de la población mundial lo posee.

- Pie griego (llamado así porque se observa en las estatuas griegas de la época clásica): El segundo dedo es el más largo.

- Pie cuadrado: Todos los dedos tienen longitudes iguales.

La parte inferior del pie tiene dos arcos. El arco longitudinal lateral es el menos marcado fuera del pie. El longitudinal medio es el arco grande del pie; es una hendidura muy notable.